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NOVEDADES

Cohesión, armonía, ensamble

Estos son los atributos básicos que necesita un equipo para tener solvencia en su performance deportiva. Esa combinación otorga solidez de conjunto, solidaridad para la entrega, para hacer relevos, para desdoblarse, complementarse, cubrir eventuales falencias y desacoples, y por otra parte otorga sumatoria a la hora de encontrar huecos, brechas, filtraciones que culminan en vulnerar la defensa y la valla del equipo adversario una y muchas veces.
Eso es lo que admiramos, por ejemplo, de los All Blacks.                                                                                           

Sin embargo, de eso adolece y mucho la Selección Argentina de Fútbol. La ausencia de estos componentes lleva a la sobre-carga individual o de pequeñas sociedades o asociaciones ocasionales. Esto mismo deriva en un aumento de la presión que experimentan, de modo consciente o inconsciente (no la perciben como tal). Los efectos de dicha presión se expresan en lo corporal a través de distonías neuro musculares que predisponen a lesiones de variada gravedad: contracturas, pinchazos, esguinces hasta roturas ligamentarias y fracturas. Gago fue el ejemplo de ello en el último partido con la Selección Argentina, pero a menor nivel también lo observamos en Di María y en varios otros.

Y no nos olvidemos de la presión, que lleva a no tener una buena regulación de impulsos (agresividad en algunos casos, pasarse de rosca en otros), a no elegir las mejores opciones durante el juego, a desatenciones, a tener menor precisión en los momentos decisivos y a equivocarse. Esto se observa no sólo en los jugadores, sino también en el cuerpo técnico, observable a través de malas elecciones o decisiones sobre lo que conviene al equipo en determinados momentos y no tener calma o liderazgo contenedor y directivo.                                                                    

Son variadas las razones que pueden habernos conducido al estado de no poder definir un partido; desde las finales perdidas, pasando por los sucesivos cambios de DT, los problemas institucionales y dirigenciales de AFA. Lo cierto, es que muchos de estos aspectos y climas pueden ser abordados y elaborados con un adecuado trabajo psicológico grupal y/o individual que modifique el estado anímico y emocional de la selección con sus correlativas consecuencias en lo deportivo. En Sportmind nos dedicamos a trabajar en estas cuestiones.

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